sábado, 5 de diciembre de 2009

"Tierra" de nadie


Las aguas subierón.

Yo jugaba al diluvio universal con mis botas nuevas mientras los demás turistas se enfadaban por tan minimo inconveniente, que en tan solo unas horas bajaría y todo habría terminado.

Chapoteaba.

Vi pasar a una niña de unos... tres años, también con sus botas, que no le servían de nada, le llegaba el agua más arriba de sus rodillas. Nos miramos y chapoteamos. Su abuelo la tuvo que coger en brazos.
Pobre se perdió la diversión.

Chapotee.

Y vi gaviotas posadas en la plaza de San Marcos y gente caminando por pasarelas, al estilo modelo.
La plaza era para solo para aquellos privilegiados con botas, nativos y gaviotas.

Seguí chapoteando hasta llegar a otra plaza, cerca del Rialto, no había nadie, eso creí.

Un pez saco su cabeza del agua, me miró extrañado y me dijo:

- ¿Qué haces aquí?

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